El climax de 20 años de fe para Abraham y Sara viene con el nacimiento de Isaac, su hijo milagroso y heredero, pero pronto la fe de Abraham vuelve a ser probada cuando Dios lo llama a sacrificar a su preciado hijo en el altar. Abraham obedece, y demuestra que las experiencias de las dos decadas pasadas no habían sido en vano. Por su fidelidad hasta la muerte, Dios recompensa a Abraham reiterándole las promesas de bendición. En los últimos años de la vida de Abraham, tiempo de tristeza por la muerte de Sara, queda un detalle importante: encontrar una esposa apropiada para Isaac.
¿Alguna vez has deseado tener un "artefacto" que te indicara exactamente cuándo Dios iba a cumplir sus promesas en tu vida? ¿Un medio de saber con seguridad cuándo sería contestada tu oración por una compañera -la salvación de un ser amado- el fin de una larga enfermedad? Abraham hubiera deseado tal artefacto en muchas ocasiones mientras esperaba por años el hijo que Dios le había prometido.
Pero con el nacimiento de Isaac, Dios demostró que, aunque sus promesas puede que no vengan rapidamente, vendrán ciertamente. "En el tiempo que Dios le había dicho" (21:2), El cumplió el pacto de largos años.
Es fácil imponer tu itinerario preconcebido a las promesas de Dios... y difícil tratar con la frustración y ansiedad que resulta cuando Dios no responde "a tiempo" según tus expectativas. Prueba esto: Copia las palabras de Génesis 21:1-2 en una tarjeta y colócala al lado de un reloj calendario que miras regularmente. Te recordará durante el día que el itinerario del Creador del tiempo es siempre perfecto.
La cuestión era la obediencia.
El mandato de Dios a Abraham de sacrificar a Isaac no implicaba que El aprobara los sacrificios humanos (una practica pagana común en los dias de Abraham). Mas bien, Dios estaba probando la fe de Abraham en sus promesas del pacto. Mira Hebreos 11:17-19 y Santiago 2:21-23 para mejor entendimiento de este evento.
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