viernes, 5 de febrero de 2010

AÑO BIBLICO: 13 de febrero, Números 9 al 12

Ha llegado el tiempo para la jornada final a Canaán. Después de una celebración especial de la Pascua, el pueblo observa la nube al comenzar ésta a moverse. Trompetas anuncian el gran acontecimiento: ¡Es hora de partir! Pero la emoción de la partida pronto da paso al tedio del viaje, y Moisés se enfrenta con numerosos problemas: quejas de las condiciones del viaje y del alimento, nostalgia de los buenos días pasados en Egipto, acumulación codiciosa de las codornices que Dios suple, y celos de María y Aarón por la posición de Moisés. A pesar de las dificultades, el pueblo finalmente llega a Cades-barnea -la entrada a Canaán.
¿Como reaccionas cuando la voluntad de Dios para ti se vuelve incómoda? ¿Piensas: Tal vez más tarde, Dios pero no ahora?
Para Israel, la voluntad de Dios era fácil de determinar por el movimiento de la nube que cubría el tabernáculo. Cuando se movía, parece ser un modo emocionante de vivir -¡pero considere las posibilidades!
Son las 3 A.M.; estás profundamente dormido después de una caminata de 14 horas cuando la quietud del desierto se interrumpe por el sonido de una trompeta: ¡Tiempo de marchar! Considera otra escena. Por tres días la nube ha estado quieta; sientes que en cualquier momento se va a mover; así que, en vez de desempacar esa gran tienda y todos los utensilios de cocina, te das por vencido y comienzas la ardua tarea de desempacar. No has terminado de clavar la última estaca de la tienda cuando...
La obediencia a Dios no siempre es cómoda, ¡pero siempre es provechosa! ¿Ves una columna de nube moverse en tu vida? ¿Qué es? ¿Y qué supones que debes hacer respecto a eso?
Codorniz para la cena -¡Todo cuanto puedas comer!
Cuando Dios envió las codornices en respuesta a la queja del pueblo, la mínima cantidad recogida por persona fue 10 homeres (un homer son 20 efas; un efa, 370 litros). ¡Eso equivale a 3.700 litros!

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MENSAJE PROFETICO

"Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo esta cerca" (Apocalipsis 1:3)