jueves, 4 de febrero de 2010

AÑO BIBLICO: 9 de febrero, Levítico 21 al 23

Los privilegios traen a menudo responsabilidad, y en el caso de los sacerdotes de Israel, la responsabilidad de servir a un Dios santo demanda mucho. Los sacerdotes han de evitar contaminaciones que otros pueden experimentar. No pueden tener defectos físicos para servir en el santuario. Han de ser responsables de mantener la pureza en la adoración sacrificial de Israel. Tienen que presidir en las fiestas anuales de Israel y en las asambleas solemnes. Es una asignación que requiere mucho, guiar una nación en adoración colectiva a un Dios santo -un privilegio que no es para tomarlo a la ligera o entrar en él descuidadamente.
Si descubrieras que han ocultado un micrófono en tu comedor, ¿qué clase de conversaciones tendrías?
Tristemente, en muchos hogares cristianos el plato principal en comido del domingo a menudo es "predicador asado". Es fácil caer en ese hábito, pero esto puede producir daño y amargura.
En el sistema de adoración de Israel, los sacerdotes llevaban mucha responsabilidad en dirigir la adoración colectiva. Hoy la iglesia no tiene una "clase sacerdotal", pero sí personas especialmente dotadas, entrenadas, y separadas para la obra del ministerio (1 Timoteo 3; Tito 1). Como los sacerdotes del tiempo del Antiguo Testamento, éstos han dado liberalmente de su tiempo y energía para guiarte en la adoración.
¿Con cuánta frecuencia te acuerdas "de vuestros pastores que os hablaron la palabra de Dios" (Hebreos 13:7)? Escribe una nota a tu pastor o líder para darle las gracias por la constante inversión espiritual que hace en tu vida.
Examinando una prohibición sacerdotal.
A los sacerdotes con impedimentos físicos se les prohibía ofrecer sacrificios (21:17-21), aunque contaban con privilegios del sacerdocio, tales como comer la porción sacerdotal (21:22). Dios no los relegaba a un plano de inferioridad, sólo mostraba que el servicio especial de sacrificar un animal sin tacha ante un Dios santo requería sacerdotes sin tacha.

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MENSAJE PROFETICO

"Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo esta cerca" (Apocalipsis 1:3)