En los capítulos 32 al 36 Jacob el maquinador llegó a ser Jacob el siervo de Dios. Tras haber dejado a su tío Laban, Jacob teme el encuentro inevitable con su hermano enemistado Esaú, pero antes de reconciliarse con Esaú, tenía que reconciliarse con Dios, y en el vado de Jacob lucha con él ángel de Jehová, e insiste en una bendición antes de dejarlo ir. El ángel le asegura que tendrá la presencia continua de Dios, y lo deja con un nombre nuevo (Israel, "Dios lucha") y una cojera permanente. Despues de una emotiva reunión con Esaú, Jacon regresa a Canaán, donde Dios le confirma sus promesas hechas a Abraham e Isaac -promesas de una descendencia grande y de una nueva tierra-
¿Es posible ser un cristiano rico en la voluntad de Dios?
Esta pregunta habría hecho reir a Abraham o Jacob, ambos fueron fabulosamente ricos en sus dias. Jacob, en particular, muestra cómo una persona bendecida por Dios puede ganar gran cantidad de bienes terrenales. Su propio testimonio personal se halla en Génesis 32:10: "Menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi callado pase este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos". Cuando por primera vez cruzó el Jordán, todo lo que Jacob tenía era su callado en su mano y la ropa encima. Ahora, unos 20 años más tarde, necesitan dos compañias de hombres para traer todas las bendiciones de Dios.
Reflexiona en las posesiones materiales que Dios te ha dado. ¿Podría ser que Dios te haya prosperado de tal manera que a su vez puedas ser de bendición a otros? Si es asi, ¿quienes son los otros que Dios ha traído a tu vida con ese propósito? Si Dios trae alguien a tu mente , escribe el nombre de la persona en un papel. Entonces, ¡deja que las palabras de Jesús en Hechos 20:35 te estimulen a actuar hoy!
Cuando Dios prospera a alguien, ¡tenga cuidado! Comenzando con nada, Jacob acumulo tantas riquezas en 20 años que cuando salió para Canaán pudo regalarle 580 animales a su hermano Esaú ¡sin afectar el presupuesto de la familia!
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