jueves, 28 de enero de 2010

AÑO BIBLICO: 29 de enero, Exodo 28 al 31



Tras describir el lugar de adoración (el tabernáculo), Moisés da los detalles del personal de la adoración (los sacerdotes que representan a Israel ante Dios). Todo en ellos es especial, desde la ropa que usan hasta los elaborados ritos que ejecutan al dirigir la adoración de la nación. Tanto ellos como los utensilios de adoración que usan, requieren purificación especial, como conviene a lo que está al servicio de un Dios santo. Aun los artífices que han de seguir el plan divino en la construcción del tabernáculo son escogidos por Dios por su destreza y pericia adquiridas en virtud de una unción y plenitud del Espíritu.
Aparte de su simbolismo, el significado principal del tabernáculo era esto: Dios había venido a morar entre los hombres y las mujeres, la presencia de Dios entre su pueblo para guiarles. Además, el sacerdote había de actuar como mediador, uno que sirviera de puente, que estuviera a favor de la humanidad pecadora ante un Dios santo.
En el Nuevo Testamento hay una bella combinación de estos dos temas. ¿Donde mora Dios hoy? El continua habitando entre los humanos. ¿Como ha tenido a bien hacerlo? Habitando en aquellos que le han entregado su vida (1 Corintios 6:19). ¿Y a quienes ha El llamado a ser sus sacerdotes hoy, para llevar a los pecadores a su Dios santo? ¡A los mismos en quienes El habita (1 Pedro 2:9)! Tú eres el tabernáculo en que Dios mora, y a la vez el sacerdote a quien Dios capacita para llamar a hombres y mujeres a volverse a El.
Si Dios te diera el privilegio de constituirte en "puente del evangelio" para alguien hoy, ¿estarías listo?, ¿dispuesto?, ¿Capaz?. ¡Díselo... ahora mismo!.
Y no te olvides del día de reposo.
El mandamiento concerniente al día de reposo ya había sido dado en la ley. Es interesante que este cuarto mandamiento se menciona otra vez respecto a las instrucciones para los trabajadores (31:12-17). Dios había encomendado al pueblo una obra sumamente sagrada; el había planeado que la obra fuera hecha por hombres especialmente equipados. Cuán fácil les habría sido pensar que al hacer esta obra podían prescindir de la observancia del día de reposo. La obra de Dios debe ser hecha a su manera.

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MENSAJE PROFETICO

"Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo esta cerca" (Apocalipsis 1:3)