viernes, 29 de enero de 2010

AÑO BIBLICO: 30 de enero, Exodo 32 al 34


Mientras Moisés recibe la ley de Dios en el monte, los israelitas están ocupados en el valle. Suponiendo que su lider había muerto en la presencia de Dios, de sus joyas de oro forjan una réplica de un dios egipcio y convierten el campamento en una fiesta pagana grotesca. Moisés regresa, e indignado, quiebra las dos tablas de piedra, destruye el becerro de oro, y ordena a los levitas purgar el campamento de israelitas culpables. Pero aunque el recién adoptado pacto entre Dios y su pueblo había sido roto (como lo ilustran las dos tablas quebradas), el arrepentimiento y la restauración están a la distancia de una oración.
Con la promesa de obediencia y amor por parte de la nación (24:7), Moisés fue al monte a estar con Dios. Tan pronto el partió, adoración falsa e iniquidad reemplazaron a las debiles promesas del pueblo. Aunque sus labios juraban lealtad, sus corazones estaban lejos de Dios, y tan pronto desaparecio su lider, el verdadero caracter del pueblo se manifesto.
De igual moso, el Líder de la iglesia ha ido a estar con Dios por un tiempo, dejándola detrás para que lleve a cabo sus mandamientos. Pero mundanalidad y pecado, idolatría y preocupación, han opacado sus palabras finales de "Id...predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15). Tú, tu familia, tu iglesia... pueden caer en la idolatría... ¿no es cierto? ¿Que debes hacer si esto ha ocurrido? (1 Corintios 10:11-14)?
Reflejando a Dios ante la nación (34:29 - 35)
Moisés permanecio en el monte Sinaí 40 dias más (34:28), recibiendo instrucciones adicionales del Señor, y de nuevo Dios grabó los diez mandamientos en tablas de piedra. Cuando Moisés volvió al campamento, no podía ocultar el hecho de que había estado en la presencia de Dios. ¡Todos lo veían en su rostro! Hoy tu tarea es la misma: reflejar la gloria de Jesús a los que te rodean. ¿Cómo te va en tu encomienda?

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MENSAJE PROFETICO

"Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo esta cerca" (Apocalipsis 1:3)