El libro de Exodo concluye con la información de que el tabernáculo y las vestiduras sacerdotales se terminan conforme a las instrucciones dadas por Dios. El pueblo dona los materiales y los artífices escogidos hacen la obra. Moisés inspecciona la obra terminada, los muebles se ponen en su lugar, y Aarón y sus hijos son ungidos para su oficio. Finalmente, Dios declara su satisfacción al llenar su gloria la tienda. Por los próximos 480 años, el tabernáculo permanecerá como el centro de adoración de la nación.
Hoy completarás tu primer mes (y los dos primeros libros del Antiguo Testamento) del andar de este año a través de la Biblia. ¡Pero la lectura de hoy requerirá mayor disciplina! Ya has leído mucho de este material -en los capítulos 25 al 28-. Allí Moisés presentó el plan de erigir y construir el tabernáculo. Ahora en los capítulos 36 al 39 estudiarás la realización de ese plan al ser llevadas a cabo las instrucciones de Moisés al pie de la letra, lo que hizo que el tabernáculo fuera una realidad.
No pases por alto el punto culminante. Lo requerido fue cien por ciento cumplido. Es como hornear una torta. Sigues fielmente la receta y tendrá un postre delicioso; omites algunos ingredientes o instrucciones y tendras un desastre culinario. En cuanto a la santidad y la obediencia, procedimientos a medias no resultan. Tú no puedes amar al Señor con "casi" todo tu corazón, parte de tu alma y una décima de tu mente.
Mientras lees cuidadosamente estos últimos capítulos de Exodo, pide a Dios que te revele cualquier area en tu vida donde te hayas descuidado. La construcción progresiva de tu vida como el templo de Dios demanda tanto cuidado como la construcción del tabernáculo de Israel, si has de irradiar su gloria y ser testimonio de su nombre en tu comunidad.
¿Que haces con demasiado oro?
En vista de que se emplearon toneladas de metales preciosos en la construcción del tabernáculo (38:24 al 29), es aún más asombroso que las donaciones para este proyecto sobrepasaran el presupuesto. (36:3-7)
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