EL MATRIMONIO

El matrimonio puede ser maravilloso. Un matrimonio exitoso puede ser uno de los factores más decisivos para alcanzar la felicidad en la vida. Todavía, en pleno siglo XXI, un gran porcentaje de personas deciden casarse. Un buen matrimonio, lo que podemos llamar, un matrimonio altamente eficaz, puede ser uno de los grandes gozos de la vida y el factor único más importante en hacer que esta vida sea digna de ser vivida.

A pesar de que a las personas les gusta casarse, es más dificil quedarse casados. Las tasas actuales de divorcio, alcanzan en algunos lugares porcentajes cercanos al 50%. Cuando los casados lo han hecho a edad muy temprana incluso dejando sus estudios, las tasas de divorcios pueden llegar al 80%. Otro factor importante de considerar, es que un alto porcentaje de los que se divorcian, vuelven a casarse. Podemos deducir con esto, que la gran mayoría anhela casarse algun día, pero muy pocos comprenden lo que significa estar casados.

Las personas se casan porque buscan amor y compañerismo y desean tener una familia. Se casan buscando amistad e intimidad. ¡La promesa de amor y felicidad parece tan deseable que pensamos que podemos triunfar a pesar de los obstaculos! A pesar de que la mitad de todos los matrimonios terminan en divorcio, -la gente sigue casandose-.

Es claro que las personas tienen grandes expectativas en cuanto al matrimonio. Cuando esas expectativas no se cumplen, a menudo surgen la desilusión y el desencanto. El alto porcentaje de divorcios puede ser en si mismo el resultado parcial de las expectativas excesivamente altas que se tiene en cuanto al matrimonio, y no una indicación de que a las personas ya no les interese el matrimonio. Es obvio que el deseo de estar casado ha cambiado poco con el paso de los años, pero las expectativas en cuanto a lo que el matrimonio puede proveer han cambiado en gran manera.

Las parejas modernas demandan una relacion emocionalmente gratificante, que provea seguridad, contentamiento y felicidad.

Es verdad que no hay un lugar donde se pueda obtener un título que nos garantice el éxito en nuestro matrimonio, este, no funciona de esa manera.

No, el compromiso no es algo que se asume frente al ministro durante la ceremonia de bodas. Puede ser que comienze allí, pero el cometido es un procedimiento que continua día tras día. Tiene que ver con el establecimiento de prioridades y la eliminacion de los elementos que compiten con la prioridad numero uno; nuestro cónyuge.

Construir un buen matrimonio y establecerlo, no es algo que se logra automaticamente, es el resultado de la entrega el uno para el otro y también la entrega de ambos para Dios.