"Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales" (Efesios 6:10-12)
En este pasaje central del Nuevo Testamento acerca de la guerra espiritual, Pablo les refiere a sus lectores la naturaleza de la batalla y explica cómo deben pelearla. ¿Cómo podríamos fortalecernos en el Señor?. Vistiéndonos continua y repetidamente con la protección que Dios ha provisto para cubrir puntos específicos de nuestra persona según un orden, para permanecer en nuestra posición cuando seamos bombardeados por las estrategias satánicas diseñadas para destruirnos o volvernos inútiles a los propósitos de Dios.
Nuestra verdadera lucha; nuestra batalla, nuestra pelea a muerte, no es contra adversarios físicos ni materiales como: Personas, cirscunstancias u organizaciones; es contra una jerarquía de fuerzas demoníacas que batallan en el ámbito espiritual.
El mundo espiritual invisible es tan real como el mundo visible y la Palabra de Dios se refiere a el con frecuencia tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En 2 Reyes 6:15-19 Elías, quien esta rodeado por un ejército hostil, le dice a su siervo que no tema ya que las huestes celestiales los están protegiendo. En Daniel 10 un ángel le revela al profeta la batalla que ha estado enfrentando. En el Nuevo Testamento, Efesios 6:12 hace referencia a un conflico que no es de la carne.
Este conflicto cósmico tiene implicaciones eternas y esto significa que hay vidas en juego. Las estrategias del enemigo nos afectan todos los dias. ¿Cuando fue la última vez que consideró honestamente que alguna lucha o conflicto de relaciones tenía raíces en la oposición satánica?
La meta de Satanás es destruir al pueblo de Dios y desacreditar la causa de cristo. No debe ser tomado a la ligera. Satanás es real. Era un ángel, el más importante de los seres creados, pero se rebeló contra Dios a causa de su orgullo.
Nuestra responsabilidad es llegar a estar conscientes de los métodos de Satanás, pero no preocupados por ellos. Podemos informarnos acerca de sus artimañas al examinar sus nombres en las Escrituras, ya que ellos nos revelan algo acerca de sus tacticas. Las Escrituras son muy claras acerca de cuál es su accionar y cuáles son sus blancos. Pero está limitado y no tenemos necesidad de temerle si seguimos las instrucciones de Dios en fe.
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